sábado, 24 de diciembre de 2011

ser un poco más optimista

creo que debería dejar de preocuparme tanto. si hay cosas que hoy y ahora me hacen bien, las voy a aprovechar y explotar al máximo, no tiene sentido preocuparme por "lo que puede pasar", porque eso tiende a empeorar todo y termina haciéndome no tomar el riesgo. y al final, me quedo con el "qué hubiese pasado si...", o el famoso "what if..." y creo que así, no gano nada. O sea, a ver, está bueno pensar en las consecuencias de mis acciones y bla bla bla, pero tampoco exagerar las cosas. es decir, si el abrazo de alguien me hace sentir bien, completa, como contenida... es lógico que por otro lado esté el miedo de que dicha persona me decepcione o me lastime o ese tipo de cosas, pero me parece que tengo que dejar de darle más importancia a ese temor antes que al sentimiento de pertenencia y tranquilidad, y dignarme a ser feliz con lo que tengo a cada segundo. después de todo, no todos tienen la posibilidad de tener amigos, familia, ideales. y pensar que yo todos los días me levanto y no tengo frío, estoy bajo un techo, abro una heladera y como lo que quiero, llamo a mis amigos, visito a mi familia, y recibo muestras de cariño como si fuera algo normal. pero no todos tienen esa suerte, y yo no lo estoy valorando cuando pienso en el futuro más que en el presente. bueno, igual, esto se desvirtuó un poco. lo importante es decir, "esto me hace bien, y voy a hacer lo posible por seguir así" y estar orgullosa de tener las fuerzas para poner mi mente en hacer crecer las cosas de la vida en lugar de ponerles un límite que no deben cruzar para no volverse riesgosas. hoy, una vez más, agradezco saber decir "gracias"

No hay comentarios:

Publicar un comentario